Chile ofrece un potencial ilimitado para el ejercicio de la ingeniería, en parte gracias a las condicionantes geográficas y a su diversidad de población. Tenemos zonas de extensa radiación solar, un amplio territorio sísmico y volcánico propenso a tsunamis; el de Atacama es el desierto más seco del mundo y ofrece condiciones excepcionales para la actividad astronómica.

Por otra parte, la joven sociedad chilena posee una identidad en permanente construcción y hoy se ve confrontada al desafío de equilibrar su calidad de vida con una mayor igualdad de oportunidades.

Sobre este trasfondo lleno de desafíos, el proceso que promueve el Diseño Ingeniería es sensible a los valores culturales locales y a creencias particulares, algo que lo distingue de aproximaciones estrictamente cuantitativas.

El respeto a los contextos locales se entrelaza con nuestro interés explícito en los fenómenos globales, motivo más que suficiente para que uno de nuestros objetivos explícitos de Dilab sea colaborar en I+D con organizaciones y estudiantes de todo el mundo.

Dilab es resultado del empeño visionario de un grupo de académicos y profesionales convencidos de que el diseño y sus variables asociadas a la naturaleza humana no podían estar al margen de la formación de un ingeniero.

La nuestra era una hoja casi en blanco. Comenzamos como un laboratorio y un curso donde se sentaron los supuestos clave de la intersección entre disciplinas. No quisimos emular ningún otro programa existente y fuimos incorporando los aprendizajes que dejaban experiencias previas en cursos como Desafíos de la Ingeniería (de primer año Ingeniería UC) y en programas de diseño de diferentes escuelas a nivel internacional.

Con el tiempo, hemos ido iterando nuestros cursos y programas, cotejándolos con nuevos hallazgos sobre educación en ingeniería, educación multidisciplinar, estudios visuales y mediáticos, psicología, antropología, estudios organizacionales y ciertamente, diversas investigaciones realizadas desde el diseño.

<Asumimos la ambigüedad> Usamos herramientas y métodos para abordar problemáticas en desarrollo, esto es, que no tienen una sola solución única sino muchas posibles.

<Abrazamos la creación> Aprendemos haciendo (sesgo de acción) y no tememos al fracaso, pues en él muchas veces radica el valor de un prototipo.

<Nos inspiran las personas> prendemos a conectarnos en forma profunda con el usuario final de una solución -puede ser un paciente, un estudiante, un cliente- para desarrollar propuestas pertinentes en su contexto más allá del factor humano. Buscamos empoderar a las personas y para ello las herramientas del diseño y la antropología son fundamentales.

<Innovar es reelaborar> Entendemos la innovación recombinante como un proceso que toma elementos de diferentes soluciones, nutriéndose de la creatividad colectiva. Por eso adoptamos herramientas que mejoran la acción en equipo y permiten orquestar la diversidad dentro del grupo. Abrazamos la diferencia y la multidisciplina.

<Poder de síntesis del diseño> Defendemos la capacidad del diseño para sintetizar grandes volúmenes de información y, en el proceso, generar asociaciones y conocimiento a través del pensamiento abductivo.

<Pensamos visualmente> Creemos que modelar la información, mediante el uso de técnicas visuales, impacta positivamente el potencial innovador y la comunicación dentro de un equipo.